Se puede aplicar en diferentes modalidades, por ejemplo: terapia personal, familiar, equipos deportivos, equipos de trabajo empresariales, grupos escolares, personas en recuperación de adicciones y cualquier persona que desee conocerse a sí mismo y lograr un crecimiento personal a través de talleres dirigidos.

Se utilizan caballos ya que estos tienen un gran poder para influenciar a la gente de manera increíblemente intensa. Los caballos son grandes y poderosos, lo cual permite de manera natural superar miedos y desarrollar confianza. El tamaño y la fuerza de los caballos son intimidantes para mucha gente, por ello  realizar una tarea en la que intervenga un caballo, a pesar de los miedos, aumenta la confianza y nos da la oportunidad de crear metáforas maravillosas para enfrentar otras situaciones intimidantes y desafiantes en la vida.  Además los caballos se parecen al hombre en el sentido de que son animales sociales, tienen papeles definidos dentro de sus manadas y prefieren estar con los suyos. Tienen diferentes temperamentos, personalidades y humores; por lo tanto nos proporcionan muchas oportunidades para el aprendizaje metafórico.

Los caballos son sensibles a la comunicación no verbal y responden de manera refleja a los mensajes no verbales que reciben de los participantes. Estas respuestas proporcionan al cliente y al equipo terapéutico información que les permite reconocer sus actuales patrones de comportamiento y los motiva a cambiarlos por otros nuevos.